A una semana de la ocupaciòn
nota periodìstica "LA REPUBLICA"22, ENERO de 2006 Uruguay
Un camión partirá de la UTAA con periodistas locales y militantessociales que apoyan la movilizaciónCañeros celebran hoy una semana de la ocupación de tierras en Bella UniónCon un fogón con guitarras y cantos en torno a una ternera a las brasas, decenas de cañeros de Bella Unión celebrarán esta noche una semanade la ocupación de las 36 hectáreas del Instituto Nacional de Colonización(INC), en la entrada al ingenio industrial de Calnu, sobre la Ruta Nacional Nº 3, en el departamento de Artigas.GERARDO AGOSTO, ENVIADO A BELLA UNION "LA REPUBLICA"
El festejo se cumplirá bajo un galpón de techo de nailon donde loscañeros sesionan en asamblea rodeados por carpas individuales y familiares que instalaron el domingo 15, al comenzar una ocupación que podríaprolongarse por muchos meses, al tiempo que no se descarta la posibilidad deque otros asalariados rurales puedan impulsar otras ocupaciones. Ayer, los ocupantes colocaron los tubos de riego para aprovechar elagua de una cañada y un tajamar para regar más de una docena de hectáreas,ya aradas para cultivar caña de azúcar, y casi dos hectáreas, ya dispuestas en surcos para el plantío de frutas y verduras.
Continuaron además con la tarea de desmalezar el predio, abandonadohace once años. Los "peludos" cuentan con dos vacas lecheras para alimento de sus niños. Las donó el tambero Mario Tedi, de la Asociación de PequeñosAgricultores y Asalariados Rurales de Bella Unión (Apaarbu), que impulsa laocupación junto a la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) y el Sindicato de Obreros de Calnu Artigas (SOCA).
El campo ocupado tiene un sistema de esclusas de hormigón que conducenlos cursos de agua para autoabastecer al predio con un método propio deriego, aun en épocas de sequía. El problema de los cañeros es que las dos fracciones del INC que están ocupadas fueron abandonadas hace once años.Están llenas de chircas y peligrosas víboras yarará. Lo único que está en pie es el precario galpón de nailon queconstruyeron los cañeros apoyando los tirantes de algunos pinos y unos troncos clavados a pico y pala. Al fondo sólo puede verse una tapera, sinpuertas ni ventanas, y los restos incendiados de palos y maderas de lo quefueron, hace más de once años, los invernáculos del colono Villalba.
Sin embargo, la alegría de los ocupantes se manifestará esta nocheentre las canciones y las guitarras, en torno a la seguramente sabrosaternera a las brasas. El festejo por la primera semana de ocupación comienza a partir de las 17.00 horas. Un camión parte a las 16.00 de la sede de UTAAen Bella Unión, con periodistas locales y militantes sociales.
Expectativa de todo un pueblo "¿Y? ¿Cómo salieron las cosas? No pueden perder; todo un pueblo los apoya", dijo un anónimo chofer al vicepresidente del SOCA Junior Belén, elviernes de noche, cuando el cañero abordaba un ómnibus para regresar a BellaUnión, luego de entrevistarse con jerarcas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la Administración Nacional de Combustibles,Alcohol y Portland (Ancap) y también del propio INC. El principal informativo radial de Bella Unión al mediodía de unsábado dedicó un largo tiempo para conocer la opinión de Junior Belén respecto al resultado de los encuentros que mantuvo con los funcionarios degobierno. Belén ratificó la voluntad "peluda" de iniciar un proyectocooperativo, sin contradecir la política oficial del Poder Ejecutivo.
Junto a Belén viajó Tedi, de Apparbu, y el vocal de la UTAA RicardoFerreira, esposo de Sonia Navarro, la maestra rural que acompañó aMontevideo, durante la semana para reunirse con el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, al cañero Enrique Bandera, hijo de uno de los históricos"peludos" que lucharon en UTAA junto al tupamaro Raúl Sendic. El presidente de UTAA, Luis Carlos López, debió permanecer en Bella Unión porque fue citado a declarar por la jueza Alejandra Casullo, quieninstruye un expediente penal por la ocupación, a partir de una denunciapresentada por el colono Conrado Villalba, el ex productor de caña que abandonara el campo, y que ahora adeuda 26 mil dólares al INC.
Belén pudo viajar a Montevideo, porque la notificación judicial paraconcurrir a una audiencia le llegó luego que ya había emprendido su viaje a la capital nacional. Se estima que será interrogado a partir del lunes, aligual que otros de los 28 cañeros que se responsabilizaron por la medida defuerza ante el Instituto Policial y el Poder Judicial.
Entre la duda y la esperanza La respuesta de las autoridades de gobierno a los delegados cañerosfue recibida con un cansino escepticismo por los "peludos" que aguardaron enel campo ocupado junto a sus familias. El proyecto sucro alcoholero del Poder Ejecutivo no parece ofrecer soluciones inmediatas para las 1.500familias de cañeros que padecen una falta crónica de empleo.
Jorge Rodas, de la UTAA, explicó a LA REPUBLICA que los asalariadosrurales de la caña de azúcar en Bella Unión miran con cierta desconfianza elproyecto del gobierno que, según opinan los ocupantes, beneficiaría enprimer término a grandes productores con capitales propios que, acusaron, sólo tienen interés en los plantíos de monocultivos. "No queremos tener un país de monocultivos. Siquiera de caña. Elmonocultivo deja la tierra muerta, sin nutrientes. No importa que sea decaña, de soja o de arroz. Es igual de erosionador. Nosotros queremos cultivos diversificados y rotativos", explicó Rodas, un experimentadocortador de cañas que laboró en casi todos los campos en las cercanías.
Ayer, los ocupantes se reunieron a las nueve de la mañana en una asamblea para evaluar los informes de los delegados que viajaron aMontevideo, y para comentar novedades de la actuación de la magistradaCasullo, que continúa instruyendo una causa penal, a pesar de que nopresentaron denuncia los legítimos propietarios del campo: el INC y el MGAP. Todos los asambleístas valoraron la gestión de sus delegados yreafirmaron una firme voluntad de continuar adelante con la ocupación y conel comienzo de los plantíos de caña, en lo que resta de enero, y en el cultivo hortofrutícola de la temporada. Ninguno planteó la eventualidad delevantar el campamento y terminar con la medida de lucha.
Mucho pobre en poca tierra Todos los cañeros son conscientes que las 36 hectáreas son insuficientes para satisfacer las necesidades de las más de 50 familias quese involucraron con una ocupación cuya preparación comenzó, en el másabsoluto hermetismo, hace ya "más de cuatro meses", según confiaron ayer a LA REPUBLICA algunos de sus principales organizadores. Los más experimentados entienden que una familia necesita por lo menos15 hectáreas para emprender una plantación de caña sin fundirse antes de lacosecha. Saben además que una tonelada de caña cortada puede llegar a rendirapenas algo más de unos cien quilos de azúcar. Y que por hectárea sólopueden labrarse hasta 76 surcos para plantar.
"Sabemos que tenemos poco", dijo Rodas. "Pero vemos la repercusión que ha tenido nuestra movilización, que la hicimos los sindicatos rurales sinningún sector político metido en el medio. Algunos tenemos militancia; perono hay ni uno solo que esté ocupando por mandato partidario", dijo Rodas, celoso de su independencia de clase. Los cañeros pretenden que las dos fracciones de Colonización seanadjudicadas a una cooperativa de dos o tres familias como máximo. El restodeberá esperar por otra tierra, un trámite burocrático en el INC que puede demorar años. Otros miran con codicia los múltiples campos que Colonizacióntiene abandonados, improductivos, y sin colonos. No obstante, también hay trabajadores cañeros que prefieren seguirsiendo asalariados rurales y aguardan con curiosidad los anuncios que hará el gobierno la semana próxima acerca del proyecto sucro alcoholero, por elcual Ancap controlará a Calnu, junto a la Corporación Nacional para elDesarrollo (CND). Calnu empleaba a casi dos mil personas.
Nadie descartó otra ocupación El rumor de que habría más ocupaciones en Artigas, a ejemplo de laprotagonizada en Bella Unión por tres sindicatos rurales, se expande por laciudad, el departamento, y por todo el país. Inclusive es un miedo que tiene el propio gobierno, conocedor delimpacto que despierta en el imaginario popular la lucha por la tierra queencabezó Raúl Sendic. "No podemos decir nada", "estamos a lo que resuelva Colonización" y "esperaremos lo que decida la Justicia", fueron las frases hechas que másrecibió ayer LA REPUBLICA cuando logró visitar, por apenas cuatro horas, elcampo ya ocupado. Una resolución de asamblea, se dijo, decidió que "ningún periodista" puede permanecer en el campamento.
Colgado de un tirante del techo dentro del improvisado galpón hay unpequeño cartelito que resume en uno de sus puntos toda la filosofía políticaque acordaron los ocupantes. Dice que todas las decisiones se tomarán en asambleas internas, sinnadie ajeno. Ayer, LA REPUBLICA debió esperar largo rato fuera del galpónmientras ellos planificaban.
El campamento tiene además otras reglas de convivencia. Se prohíbe todo consumo de alcohol o drogas. La comida, casi siempre guisados, se haceuna vez y para todos en un fogón compartido donde se coloca una portentosaolla de hierro. El fuego, casi siempre encendido, se utiliza también para mantener caliente el agua para los termos y los mates. *
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